Hay muchas maneras de mantenerse motivado y persistente, pero, ¿realmente sientes que alguna llame tu atención? bueno, para eso estoy aquí. En el blog de hoy te daré algunos puntos los cuales pueden darte otra perspectiva de cómo mantenerte motivado y de igual forma conocerás más acerca de tu cuerpo.
Sabías que…
¿Sabías que las razones de motivación son fundamentalmente biológicas? Las endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad, mejoran el estado de ánimo, eliminan sensaciones de malestar y tristeza, e incrementan el placer y la sensación de tener más energía. El deporte también aumenta el flujo sanguíneo, lo que da más fuerza y vitalidad al activar los músculos y te hace sentir mejor con tu autoestima.
A continuación, te comentaré algunas maneras con las que puedes trabajar en tu motivación al mismo tiempo que te cuidas a ti mismo:
Mantener una buena relación mental
Claro que la salud mental no solo influye en tu mente, también en tu cuerpo, por eso, se recomienda no estar bajo estrés por un tiempo muy prolongado, ya que la producción de endorfinas es esencial para generar ese placer y satisfacción al momento de realizar alguna actividad física.
Usar ropa de tu agrado
Si te sientes cómoda con la ropa que llevas puesta, existe una alta probabilidad de que tu entrenamiento sea más efectivo, por eso, este punto puede ser para ti. Usar ropa de tu agrado mejorará tu autoestima e incrementará tu motivación para realizar mayor esfuerzo en las actividades, ¡un buen outfit siempre será la mejor opción!
Piensa en positivo
Al tener entusiasmo garantizas que tu ánimo sea mejor. Algunos puntos para ejercitarlo pueden ser:
- Escuchar música que te guste antes de comenzar.
- Tener un horario para hacer actividad física.
- Ir acompañado por alguien y crecer juntos.
- Mantener una buena alimentación que te mantenga con energía.
Establecer metas a corto plazo
Para lograr objetivos claros se necesitan metas claras, por eso siempre es recomendable que al momento de establecer metas sigas tu propio ritmo para que disfrutes el proceso, también fijar metas que no sean amenazantes para ti pero te motiven a movilizarte. Recuerda que todos alguna vez fuimos nuevos en algo.
No entrenes por castigo u obligación
Evita tomar actitudes de culpa o negativas respecto a la perspectiva de hacer ejercicio, hazlo porque hazlo porque realmente te gusta y disfruta el proceso.
Por último, la verdadera motivación proviene de dentro. A medida que nos esforzamos por alcanzar nuestros objetivos, recordemos que somos capaces de enfrentar cualquier desafío que se nos presente. Con determinación y perseverancia, podemos convertir nuestros sueños en realidad. ¡Así que sigue adelante y haz que cada día cuente!